OCTUBRE EN JAPÓN.
SUPERMERCADOS EN JAPÓN
Son muchas cosas las que nos llaman la atención al entrar en un supermercado en Japón pero de primera son la impecabilidad, el orden y el silencio. Muy lejos están el bullicio de nuestros súper, la gente hablando en voz alta, los repositores arrastrando carros o el desorden de cosas dejadas por aquí y por allá.
Pero vayamos a uno en Japón: antes de la puerta de entrada casi siempre hay bastantes bicicletas estacionadas ya que es un medio muy común y como otras tantas señales de la seguridad en este país, ninguna tiene candado.
Puede ser que a la primera mirada nos sintamos algo abrumados por la cantidad y variedad de productos que se ofrecen; formatos, colores, imágenes, tamaños y olores tan distintos a los nuestros que es difícil saber que hay frente a nosotros. Todo está siempre muy ordenado, a pesar de la cantidad de cosas se tiene la sensación de que nada está fuera de su lugar, nada fuera del sitio que le corresponde. La misma sensación nos acompañará en todo el supermercado y en cada rubro del mismo que visitemos.
Como comenté más arriba, aunque haya mucha gente sólo oiremos murmullos, todos hablan despacito: ¿educación? ¿respeto por el otro? Incluso por los altavoces suele escucharse una «musiquita» que de tanto en tanto se interrumpe para anunciar las ofertas o promociones a través de una voz suave y correcta, nunca nada estridente.
Esta desconocida variedad nos invita a pararnos en cada uno de los rubros a observar los empaques, cuánto cuidado, qué delicadeza. Todo está envuelto, preparado y dispuesto de tal manera que resalta en mucho el valor de cada cosa que está a la venta. Qué maravilla la preparación de bandejas de alimentos listos para consumir, ya sea frutas, postres, ensaladas o cualquier comida lista para llevar. Todo es tan estético, tan bien preparado y tan colorido que se hace delicioso a la vista y dan ganas de probarlo todo.
Además, existe un cuidado particular puesto en envolver cada tipo de fruta en el material más adecuado para conservar la frescura y el color de las mismas. En la sección de verduras los productos locales japoneses comúnmente son más caros, pues son considerados los de más alta calidad y suelen tener en su empaque o junto a la góndola información y una foto del agricultor que lo produce, lo que genera más confianza al consumidor.
En cuanto a los precios, varían de acuerdo con el lugar de compra, pero a medida que se acerca la hora de cierre del supermercado comienzan a bajar, sobre todo porque se valora mucho la frescura. Sería inaceptable vender un producto que no cumple con los altos estándares de calidad, así que al cerrar el super todos los productos frescos que no se vendieron serán enviados a la producción de composta.
Querés comer pescado o productos de mar? éste es el lugar indicado. Es impresionante la variedad y la cantidad de formas en que se ofrecen: frescos, congelados, crudos, cocidos, ya preparados, en envases pequeños, grandes, con salmuera, salsa, vinagres, etc, etc. Aquí también se pone difícil poder elegir….
Ya nos vamos para las «cajas» y aquí no tenemos que hacer nada. Ponemos nuestra canasta en la caja y listo. La cajera sacará los productos y… esto es genial, utilizará pequeñas bolsas adicionales para productos que puedan derramarse o humedecer a los otros, los pondrá todos en otra canasta para que al terminar de pagar cada uno las acomode en su bolsa correspondiente.
Estoy convencido que para saber más acerca de una cultura, el Supermercado es el lugar ideal para saber no sólo sobre lo que se come, sino cómo se ofrece, qué se valora y como se compra.
¡Con estas imágenes los invito, vamos al Súper!
Emiliano Martina Liviero
- Viajes En Compañía estará haciendo su viaje grupal a Japón en octubre 2018 (del 29/09/2018 al 14/10/2018)
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